«Aquí hay un mundo nuevo, ¡esto es el paraíso!»

Luka Čeč fue uno de los trabajadores que se estuvieron preparando en la Sala Grande para la visita del emperador austríaco Francisco I, en abril de 1818. Mientras estaban decorando la cueva y preparando la iluminación para la importante visita, Čeč cruzó un puente improvisado, subió las rocas y desapareció. Todo el mundo ya estaba pensando en lo peor, cuando finalmente Čeč apareció delante de los compañeros, iluminado por las luces, y gritó: «Aquí hay un mundo nuevo, ¡esto es el paraíso!». Bajó las rocas y empezó a contarles sobre el descubrimiento de una nueva cueva...

Los méritos de Čeč adscritos a otro

A pesar del fascinante descubrimiento, el nombre de Luka Čeč, un simple «encargado de iluminación», no llegó a escribirse hasta los mediados del siglos XIX. Debido al origen humilde de Čeč, los méritos fueron adscritos al cajero del distrito de Postojna, Josip Jeršinović Löwengreif. Fue al publicarse un escrito en la obra de Schmidl sobre las cuevas eslovenas en 1854 cuando se hizo justicia y Luka Čeč encontró sus sitio entre los descubridores de la Cueva de Postojna.

Ayudante del encargado de la iluminación

A pesar de todo, la personalidad de Luka Čeč hoy en día sigue siendo un misterio. No disponemos de su foto. Podemos deducir que su familia viene de Čičarija en Istria. Nació en Postojna el 11 de octubre de 1785. Trabajó en la Cueva de Postojna como ayudante del encargado de la iluminación. Teniendo escasos recursos económicos, después del descubrimiento mandó al emperador una solicitud para que se le otorgara el puesto vitalicio de guía por la cueva, como agradecimiento por el mérito en el descubrimiento de la Cueva de Postojna. La solicitud fue rechazada.

Čeč refutó hechos científicos

Y sin embargo, Luka Čeč siguió explorando las cuevas y refutó los hechos científicos que constataban que no existía vida en las cuevas. Fue la primera persona del mundo en descubrir el escarabajo cavernícola Leptodirus hochenwartii. Se quedó trabajando en la cueva hasta su muerte en 1836, causada por una enfermedad infecciosa.

Principio del turismo en karst

Luka Čeč no vivió en vida el honor que hubiera merecido. Hoy en día, sabemos que un simple «encargado de la iluminación» contribuyó con sus descubrimientos a abrir las puertas al turismo en el karst y que fue el que incentivó la investigación espeleológica del subsuelo esloveno y de su fauna.